Situado en el centro de la Villa, muy cerca de la plaza Mayor y junto a la muralla que conecta con la desaparecida puerta de Carchena, es un edificio levantado en el siglo XVII como residencia de verano. Perteneció al marqués de Santa Cruz que estaba casado con una hija del duque de Alburquerque y por esto aparecen los escudos de la casa de Alburquerque y del marquesado de Cadreita.
Todo el muro de la fachada que da a la calle Santa Cruz es de ladrillo imitando la arquitectura mudéjar de siglos anteriores.