Aquí nos encontramos con los restos de las canalizaciones y pilas donde llegaban los desechos de las antiguas carnicerías que estaban arriba, expulsaban los desechos y la sangre fuera de la muralla. De ahí viene el nombre de exangel, derivado de exsangue.
En el muro de abre un portillo de la muralla, un paso peatonal que comunicaba las huertas del convento con las carnicerías. Más tarde, siglo XVI, las pilas se utilizarían como lavaderos de barrio casi hasta nuestros días.