MICOLOGIA

Son muchas las setas que se pueden encontrar en Cuéllar y sus alrededores. Desde hace unos años el ayuntamiento lleva a cabo unas jornadas micológicas en el mes de noviembre, que se componen de salidas al campo, exposición de especies y consultas micológicas. 

En cuanto a las especies que podemos encontrar en Cuéllar, las dividiremos según las zonas en las que se localizan así nos podemos encontrar con:

  • Setas de Pinares:
    • Níscalo
    • Rúsula
    • Negrilla
    • Seta caballeros
    • Yesquero
    • Mycena piñas
    • Matamoscas
    • Champiñón
    • Babosa
    • Boleto
  • Setas de Prados y Claros del Bosque
    • Senderilla
    • Parasol
    • Barbuda
    • Champiñón
  • Setas de Rebollares y Encinares
    • Falsa oronja
    • Oronja vinosa
    • Boleto cetrino
    • Pie rojo
    • Pipa
    • Higado buey
    • Boletus impolitus
    • Boletus lupinos
    • Leccinum lepidum
    • Hygrophorus cossus

Consejos para la recolección de setas

Decir a alguien donde vamos a ir y procurar no salir solo, es mejor ir acompañado.

Es aconsejable asistir a cursos, exposiciones y conferencias. Consultar con asociaciones micológicas.

Es aconsejable tener una guía de hongos con claves de identificación.

Usar una cesta o recipiente aireado, nunca bolsas de plástico.

Recolectar sólo las especies que vayamos a consumir o estudiar.

No recolectar en zonas contaminadas, como bordes de carreteras o zonas industriales, ya que pueden contener metales pesados.

Si no conocemos la especie encontrada, se debe recoger el ejemplar completo, para poder estudiar todos sus aspectos.

No destruir los ejemplares que no se vayan a recoger, ya que todos desempeñan una importante función ecológica.

No recolectar ejemplares muy jóvenes, ya que puede ser complicada su identificación, ni ejemplares viejos o agusanados, pueden resultar indigestos.

Limpiar en el monte los ejemplares recolectados, así dejaremos la tierra y las esporas en el monte y además nos los llevamos limpios a casa.

 

Falsas creencias sobre las setas

Es falso que al cocer las setas con un objeto de plata lo ennegrecen, si son venenosas. La Amanita phalloides, culpable de la mayor parte de las intoxicaciones mortales, no ennegrece la plata. El efecto de ennegrecimiento se produce por una reacción química de la plata con compuestos de azufre y no por la presencia de toxinas.

Es falso que el ajo y la cebolla se oscurecen si se guisan con setas venenosas y es falso que la sal y el vinagre destruyen su veneno.

Es falso que las setas que crecen en el mismo lugar tienen las mismas cualidades. Es muy peligroso este error. Las esporas de otras setas venenosas, incluso parecidas a las habituales, pueden germinar en la zona.

Es falso que las setas comestibles pueden volverse venenosas. Y también que sean comestibles si están mordidas por animales. Su sensibilidad hacia el veneno es diferente a la del ser humano.

Es falso que sean venenosas las setas que cambian de color al partirlas, o las de un color determinado.

Es falso que las setas con láminas que se prolonguen por el pie o con láminas rosas sean comestibles, o que sean tóxicas las que tienen anillo y volva, o las de colores espectaculares.

Es falso que todas las setas con olor y sabor agradable sean buenas. Y es falso que huelan mal las venenosas. El olor y el sabor, no indican la toxicidad de una seta.

Es falso que sean inofensivas las setas que crecen en madera (tocones, troncos o ramas de árboles). Hay setas comestibles y venenosas en todos los medios: bosques, praderas, madera, estiércol…

Es falso que las setas jóvenes sean siempre comestibles, son tan peligrosas como las adultas.

Es falso que las setas venenosas corten la leche.

Es falso que el veneno esté solo en la cutícula.

La única forma válida para averiguar si una seta es o no comestible es su perfecta identificación.

Agradecimientos a la Asociación Ribera Malucas.