Se desconoce la fecha de su construcción, pero ya existía en 1496, año en que Gómez de Rojas, padre de los conquistadores Gabriel de Rojas y Manuel de Rojas lo vendió a Francisco I Fernández de la Cueva y Mendoza, segundo duque de Alburquerque, tal y como refleja el documento de venta, que se halla custodiado en la Fundación de la Casa de Alburquerque.
Se trata por tanto del molino de viento datado más antiguo de Castilla y León, pues a pesar de que se registran noticias de otros molinos de viento anteriores a éste en fuentes literarias, el documento de venta de este molino, fechado el 14 de junio de 1496, constituye el aval datado de la afirmación.
El edificio quedó integrado en el conjunto al ser delimitado el tapial de piedra de la huerta. El duque lo utilizó como molino hasta el siglo XVIII, en que pasó a ser el aposento del guarda del bosque y huerta del castillo, y durante el tiempo en que el castillo fue prisión (1938–1966), es posible que fuese utilizado por el estado español como torre de vigilancia, abriéndose una de las ventanas para aportar campo de visión al centinela.
En lo que respecta a su propiedad, perteneció ininterrumpidamente a los sucesivos duques de Alburquerque, hasta el año 2007 en que su entonces propietario, Juan Miguel Osorio y Bertrán de Lis, XIX duque de Alburquerque, hizo donación a la villa de Cuéllar de la Huerta del Duque, actualmente jardín y zona de recreo, que en otro tiempo fue el bosque del castillo de Cuéllar, en el que se encuentra integrado el molino.
Se trata de una construcción de planta circular, con fábrica de mampostería careada, rejuntada, asentada con argamasa. Su altura actual es de 6,5 metros aproximadamente, y dispone de un diámetro de 5,5 metros, de los cuales 1,70 metros corresponden al grueso de los muros, dejando un espacio interior de 3,70 metros.
Dispone de una sola puerta de acceso, caso único en los molinos de viento de Castilla y León, que presentan generalmente dos puertas enfrentadas. Esta puerta está realizada mediante un arco de medio punto compuesto de siete dovelas de piedra caliza, de las canteras de Campaspero. Posee dos pequeñas ventanas, abiertas en época posterior, y en el segundo piso aún conserva los cuatro mechinales de las vigas de soporte de las muelas.
Se halla desmochado en su parte superior, faltando tejado y otros elementos como las aspas que accionaban el mecanismo de molienda.