Una vez subimos al paseo de ronda lo primero que podemos disfrutar es de una de las mejores perspectivas de este imponente castillo-palacio y de la Huerta del Duque.
Torreón Sureste
Si los primeros documentos escritos sobre el castillo son del siglo XIII, cuando Alfonso X el Sabio permite utilizar la recaudación de multas para reparar el castillo, los primitivos restos arquitectónicos de este torreón son del siglo XI, una antigua puerta mudéjar. Así, ocultos tras los sillares exteriores del torreón podemos apreciar arcos de ladrillos, muros de tapial, ventanas y estrechos pasadizos altomedievales mudéjares.
A este torreón sureste también se le conoce como “Torreón de la Memoria” ya que en él se realizan las representaciones teatralizadas para disfrute de todo aquel que se acerque a este castillo durante el fin de semana, pudiendo convivir con los diferentes personajes que lo habitaron a través de la magia del teatro.
Foso
Aún hoy día se aprecia el foso excavado delante de la barbacana utilizado para proteger la contramuralla y el propio muro del castillo.
Barbacana
Es la muralla de menor tamaño que se extiende en paralelo al muro Este del castillo uniendo las dos puertas de acceso de esta imponente fortaleza. Completan la barbacana cinco pequeños torreones semicirculares que albergan en su interior las cámaras de tiro con sus respectivas troneras.
Liza
Espacio existente entre la barbacana y el muro del castillo considerado un pasillo-trampa, puesto que una vez el enemigo se encontraba en su interior podían cerrarse las dos puertas de sus extremos y quedarse totalmente aislados.
Torre del Homenaje
Mandada construir de buena sillería por D. Álvaro de Luna destaca del conjunto por su altura y forma circular. Cuenta con dos salas de bóvedas nervadas: la primera en la planta baja destinada a Oficina de Turismo y la de la planta superior que es el Archivo Histórico de la Casa Ducal de Alburquerque.