De la puerta de Carchena o Larchena, también llamada “Arco de San Francisco” por encontrarse frente a la “espacio conventual franciscano” donde se encuentran los conventos de Santa Ana, La Concepción y San Francisco, solamente se conservan una parte de lo que sería la torre del lado Norte teniendo una anchura que supera los 4 metros. Por su estado ruinoso se mandó derribar en el año 1873 y en 1878 se derrumbó otro tramo contiguo a la puerta desaparecida.
Este puerta tuvo un poder simbólico durante la Edad Media que se constata en un documento de 1416 que en nombre del infante Juan, hijo del rey de Aragón Fernando de Antequera, como símbolo de poder se le entregaron las llaves de la puerta de Carchena al bachiller Rodrigo Álvarez..