El Santuario de Nuestra Señora del Henar, situado a unos cinco kilómetros de Cuéllar hacia el noroeste, es el centro de devoción más importante de toda la comarca.
Tiene a su alrededor una zona recreativa dotada de distintos servicios para hacer más agradable la estancia de la gran cantidad de personas que acuden durante todo el año en excursiones y en otras fiestas, como la de los resineros, Henarillo, El Carmen, Santiago… además de la romería de Nuestra Señora del Henar que se celebra el domingo anterior a San Mateo, entre el 14 y el 20 de septiembre.
También se celebra un mercadillo el fin de semana después de la Romería conocido como el Henarillo, donde muchos vecinos de la villa van a ver a virgen del Henar. El año 2021 como respuesta a la conmemoración del IV Centenario de la concesión pontificia de la fiesta de nuestra Señora del Henar, el obispado concedió al Santuario la celebración de un año jubilar hasta septiembre de 2022.
La imagen de Nuestra Señora de El Henar es una talla del siglo XII, que se venera desde su aparición a un pastor en 1580. En el recinto del Santuario se encuentra la Fuente del Cirio, lugar en el que, según la tradición, estuvo oculta la imagen desde la invasión de los almohades hasta la fecha de su aparición.
Pronto se levantó una ermita en honor de la Virgen, que se convirtió en templo en 1664 al incrementarse la devoción mariana.
El pórtico es de piedra con escalinata y triple arco, aunque la fachada ha sido retocada en varias ocasiones. En 1759 se construyó el camarín, el crucero y el claustro adosado a la iglesia.
Las pinturas pertenecen a José Micot, destacando la cúpula del crucero, que representa la glorificación de la Virgen María. Son de este mismo artista las pinturas y la decoración de la cúpula del camarín de la Virgen.
En él se encuentra también una colección de cobres pintados de la escuela flamenca, pertenecientes a Antón Wolfaert, y de la escuela de Rubens.
La imagen de Nuestra Señora del Henar es una talla policromada románica de principios del siglo XII, retocada en el siglo XVI. Sostiene en su regazo a su hijo como “Sede Sapientiae” y ha sido restaurada recientemente.
El camino hacia el santuario es una fiesta para los peregrinos que acuden a la romería, siendo ya casi una tradición beber agua de la “Fuente del Cirio”, e incluso llenar algún cántaro con ella. En esta romería se experimentan momentos de gran religiosidad y emoción, sobre todo en la salida de la Virgen en procesión por la pradera que rodea el Santuario, así como en el canto de la salve ante la imagen.
Pero además de por su sentido religioso, el Santuario del Henar presenta un gran atractivo desde el punto de vista ambiental, ya que se encuentra enclavado en una pradera arbolada, muy propicia para pasar un buen rato al aire libre.